sábado, 1 de junio de 2013

Conociendo a las Bromeliace

Para conocer estas plantas tan interesantes, se puede comenzar describiéndolas brevemente. Podemos ver como algunas bromeliace se caracterizan por carecer de tallo, sus raíces son cortas, sus hojas son alargadas y a menudo espinosas serradas (por poseer forma de sierra) y cubiertas total o parcialmente por diminutos pelos escamosos; muchas de ellas se encuentran ordenadas en rosetas y su inflorescencia está expuesta a manera de llamativas y coloridas espigas, sin embargo como se menciono anteriormente, algunas de ellas sí poseen tallo y flores solitarias. Así pues, del centro de la roseta surge la espiga o bractea floral, sin embargo, lamentablemente cada roseta florece sólo una vez y luego muere, mientras tanto la planta forma retoños en su base capaces de crecer y dar nuevas rosetas que a su vez darán flores.

Tenemos que las Bromeliaces o bromelias son un tipo de plantas que pertenecen a la familia de Bromeliaceae, éstas con mucho más de 3000 especies y 56 géneros presentan especies epífitas, terrestres y rupícolas, las cuales tienen como característica principal que pueden ser encontradas desde 0 metros del nivel del mar hasta los 4500 m de altitud, éstas se aclimatan a las condiciones en donde se encuentren, es por ello que pueden habitar en diferentes ecosistemas desde el Páramo Andino o hasta la Puna esquimal, es decir, bosques lluviosos, bosques montanos, bosques nublados, sabanas o páramos.(Smith & Downs 1974; Benzing et al. 1976; Heywood 1997; Smith 1998).


La mayoría de las bromelias son epífitas, ¿qué quiere decir esto?, epi=sobre fita=árbol; es decir que unas viven sobre las ramas y/o troncos de los árboles, mientras que otras sobre rocas o el suelo. Las epífitas comúnmente se asocian con ciertos árboles y crecen aisladas o en conjunto, por ello es importante destacar que estas plantas no dañan a sus portadores, sino que sólo los usan como soporte para poder alcanzar mayor luz solar, es decir, no son parásitas de los árboles ni viven a expensa de ellos; las bromelias sólo se sujetan al árbol portador sin afectarlo, a diferencia de las plantas parásitas, cuyas raíces se insertan en los tejidos del árbol tomando los nutrientes que éste produce.


Además de producir su alimento a partir de agua y CO2 en presencia de la luz, muchas bromelias aprovechan toda la materia orgánica y el agua que sus hojas captan durante la lluvia o riego, esto se explica ya que la mayoría de estas especies acumula agua gracias a la forma y superposición de sus vainas foliares, permitiendo así formar una especie de tanque que retiene agua en su interior y ésta combinada con productos de descomposición de distintos elementos como insectos, desechos de otras matas, etc. que se generan en la misma, les sirven de alimento, logrando no solo que puedan sobrevivir de forma epífita, sino también el desarrollo de una o varias comunidades de organismos asociados como algas microscópicas, hongos, insectos, anélidos, arácnidos, anfibios y reptiles; es por ello que Frank (1983; 2002) indica que muchas de estas especies pueden considerarse verdaderas fitotelmata, que son plantas terrestres que poseen ciertas estructuras como hojas modificadas, axilas de hojas, flores, etc, capaces de almacenar agua para el desarrollo de una o varias comunidades de organismos asociados (Fish 1983; Greeney 2001). Disponer de estas estructuras le da a las bromelias una capacidad de adaptación que les resulta ventajosa en situaciones ambientales adversas.

Asimismo estos nutrientes necesarios para su formación también pueden ser adquiridos de otras maneras; en primer lugar, a través del ambiente, es decir del aíre, ante esto encontramos como algunas especies son bioindicadores de contaminación ambiental, debido a que obtienen gran parte de sus nutrientes de la atmosfera, donde pueden encontrarse moléculas contaminantes a los tejidos,aquí se puede destacar la Tillandsia usneoides; y en segundo lugar  existen otras que se benefician de desechos orgánicos acumulados en las grietas de las rocas o en el suelo, permitiendo en algunas la formación de pseudobulbos, que no son más que cámaras formadas por la parte basal de las hojas en donde usualmente habitan hormigas.

         Las hojas de algunas bromelias están cubiertas de muy diminutos pelos llamados tricomas foliares, estos son tan pequeños que solo son visibles mediante una lupa. Estas estructuras ejercen un sinfín de funciones tales como: protección contra herbívoros, defensa, protección solar, confieren la capacidad de absorber agua y nutrientes directamente desde el aire, dicha composición del aire con vapor de agua se llama humedad atmosférica y es lo más importante para su supervivencia, ésta humedad debe ser alta en un 50%. Pues bien, estos tricomas comúnmente dan un aspecto blanquesino a las plantas, su cantidad y localización es distinta o varía en cada especie, pues vemos que muchas de las bromelias que toleran los ambientes secos, presentan numerosos tricomas que disminuyen la incidencia de los rayos solares en la superficie de las hojas y aumentan la capacidad de absorber agua del ambiente contrarrestando así los efectos de la sequía. Es decir, que los tricomas funcionan como unas boquillas mediante las cuales absorben todos los nutrientes.

El ciclo de vida completo de una bromelia abarca de 2 a 30 años según cada tipo de especie. Éste comienza con la fecundación de los óvulos por el polen y la consiguiente formación de numerosas semillas en los frutos carnosos llamados capsulas o bayas. Las semillas son dispersadas por el viento (en aquellas bromelias epífitas) o por animales (en algunas terrestres) y germinan en los árboles, las rocas o el suelo que reúnan las condiciones adecuadas de humedad, luz y temperatura. Un porcentaje muy pequeño del total de semillas liberadas germina y da origen a plántulas. Después de varios años de desarrollo las bromelias florecen, fructifican y mueren, con lo que cierra el ciclo de vida.


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